viernes, 29 de diciembre de 2017

Imperfecta

Soy tan imperfecta que lloro una película triste, que escucho un canción en inglés, intento cantarla y hago que parezca un idioma desconocido, de esos extinguidos como el Tagish.
Tan torpe que me caigo en el sitio más tonto, una y otra vez... Que se me olvida el paraguas justo el mismo día que empieza a llover, incluso tanto que cuando llevo dinero encima voy y lo pierdo.

Tan inmadura que en esos momentos inoportunos me da el ataque de risa incontrolable.
Tan tonta que me enfado cuando no tengo ni un solo motivo específico, que grito tanto que me quedo sin un hilo de voz, que cuando quiero a alguien por mi puto orgullo soy capaz de dejar que se aleje de mí.

Tan estúpida que si tú me miras fija e intensamente yo te aparto enseguida la mirada, que cuando algo va mal, voy yo y mis poderes y lo empeoro, que sin quererlo me meto en conversaciones que ni me van ni me vienen.
Tan absurda que nunca encuentro las llaves porque las he dejado en el bolso del día anterior, que cuanto más sueño tengo, más me quedo mirando hacia las estrellas para pedirles esos deseos imposibles pensando en ti.

Pero, ¿sabes qué? me encanta ser así, me encanta ser una imperfectamente loca, distraída, con mil y un defectos.

Y todo eso, son solo algunos de mis tantas imperfecciones, y aunque nunca se los admito a nadie, sé de sobra que los tengo, e intento mejorarlos, mientras que otras personas solo los ignoran y niegan los suyos para parecer perfectos, cuando en realidad no lo son.

lunes, 11 de diciembre de 2017

Mi cielo

He vuelto a enamorarme del rutina.
Del vicio que lleva entre comillas tu nombre.
Esto me parece ya un cuento de demonios que nunca encontraron su lugar en el infierno, porque nadie le pregunta a quien ha querido si a quien ha lastimado ha lanzado, no la primera piedra, pero sí la primera granada.

Que lo detonó todo.

Perdóname, ya sabes que por las noches me vuelvo nostálgico y echo de menos todas las cosas que he perdido a lo largo de mi vida y seguramente todas aquellas que me quedan por perder.
Hablo sobre todo de personas, momentos indecisivos, lugares, de sensaciones o sentimientos que me obligaba a erradicar...
Porque también se pierden instantes.
Como todo lo que comienza, también, algún día, te deja los folios en blancos y rotos en mil pedazos.
Me encuentro escribiéndote en el punto donde me dejaste por última vez.
Pues a quien quiero engañar diciendo que te he superado, que ya eres parte de mi pasado.

Edifícame.
Rompe mis miedos.
Mis vasos.
Mis estrellas.
Mi luna.
Pero solo te pido que no me rompas a mí.
Pues sabes que de eso: de cuando alguien a quien quieres hasta gastar hasta la última fuerza, tu último aliento, te decepciona hasta tal punto que tus tímpanos se rompen al escuchar todos los portazos al unísono contra ti.

Ven. Tengo miedo.
Haz de esta cobarde, la mayor valiente que ha visto el mundo arde. Resurgir desde el llanto más terrible y doloroso de escuchar.
Rasgúñame la vida, pero cicatriza de una vez por todas.
Estoy cansada.
Cansada de ver cómo pasa el tiempo y tú no vienes a mí.
Cansada de siempre tocarte a la puerta y encontrarme con un gran ramo de excusas.
Cansada de tumbarme mirando hacia el techo, imaginando todas y cada una de las historias que podríamos haber contado a los demás.

Ojalá algún día, cielo,vuelvas a lloverme.
Y yo salga a bailar.

lunes, 4 de diciembre de 2017

Besos suicidas

Besarte, besarte poniendo en mis labios el sabor amargo del dicho suicida, de ese incomprensible, de eso que estalla en un momento inoportuno dentro de ti y no te deja dormir, comer o hasta el simple hecho de vivir.
Besarte con los ojos cerrados, para una mayor sensación, levantando la pierna, por una mayor emoción y echándome a volar.
Besarte entregándote todos y cada uno de mis pedacitos, en un contacto de labios que no dure más de cinco segundos, pues no me hacen falta más.
Los huracanes destrozan todo a su paso, y yo solo quería destrozarte esas dudas tuyas.
Eso es a lo que yo llamo: "El beso del suicida" del que nunca se sabe si saldrás vivo por ser o no correspondido.
Donde la muerte no nos da miedo, pero enfrentarnos un día más a nosotros mismo se nos vuelve una tumba y cripta.
Eso es el beso del suicida, del que todos sabemos que hay un noventa y nueve por ciento de probabilidades de acabar dañado, pero que por un uno por ciento saltamos hasta el mismísimo infierno.
Ese puto uno por ciento que no nos deja dormir en paz y nos vuelve locos y a la vez nos vuelve risueños.
Te doy mi consejo: No mueras sin haberte atrevido a dar el paso, los puentes siempre está ahí esperando a sus suicidas, pero los besos... los besos cogen trenes y desaparecen sin apenas darnos cuenta.

jueves, 30 de noviembre de 2017

No quiero

Es un inmaduro.
No sabe lo que quiere.
Ni siquiera sé si me quiere a mí.
Juega a la ruleta rusa en el amor y siempre es él quien termina ganando.
Pero me dispara sus dientes cuando sonríe y ese es un vicio del que no puedo ir. Irremediable.
Partidario de las más grandes locuras de mi vida y fundador de en esta vida vives o mejor muérete.
Tiene una forma peculiar de besarme: como si estuviese bebiendo el veneno desde el envase.
Tanto así que, tengo la certeza de que, en un beso me robó y jamás me devolvió a mi mundo.
Y desde entonces vivo a oscuras en el suyo, al lado de alguien que ama la destrucción de escuchar una canción triste a las dos de la madrugada.
Me muerde los labios cuando está enfadado y me rompe la ropa cuando al mirarme se enamora de un lunar nuevo que no se había percatado la vez anterior.
Porque si algo es, es eso: un tremendo despistado.
A veces no se da cuenta la forma en la que lo miro cuando mira su serie favorita; o cuando sus labios me parecen algodón de azúcar, ni cuando está tumbado en la cama y le doy un beso.
Ni cuando le tomo de la mano cuando está del otro lado de la cama; ni cuando lo abrazo o cuando terminamos de hacer el amor mientras tiene la mirada perdida en la habitación, y la mía perdida en la constelación de lunares que tiene en su espalda.
Mi chico es un inmaduro, un despistado y un maldito, pero aun así lo quiero con una locura desenfrenada: como un lunático puede amar la luna.
No quiero rehabilitarme de él.
No quiero.
Y esta vez no tomaré antidepresivos para enfrentar este amor.
Es un maldito bastardo, y sin embargo, lo amo.

sábado, 18 de noviembre de 2017

Te aburrirás

Y te aburrirás de mí.
Te aburrirás de tener que verme a diario, de tener que hablar conmigo siempre de lo mismo, de tener que escuchar esta voz.
Te aburrirás de tenerme cerca, hasta buscarás tu propio espacio por cualquier lado y te irás olvidándote de mí poco a poco, porque así lo quieres o puede que quizás lo llegues a hacer sin ni siquiera quererlo.
Te aburrirás de mi forma de querer, por que sabes muy bien que es diferente, aunque tú no lo quieras ver, porque sabes que yo si sé querer, seguramente como no te han querido anteriormente ninguna otra.
Por que mis manos y mi boca te hacen sentir especial cuando ruedan por tu terso y precioso cuello.
Te hacen sentir única para mí.
Te llenan de tanta tranquilidad y te dicen lo bella que eres por dentro, y con estos ojos puedo ver la belleza que llevas por fuera.
Te aburrirás de la fragancia de mi cuerpo, de ver estos típicos ojos marrones, los únicos ojos que te pueden ver como realmente eres.
Te aburrirás de este tonto pedazo de hombre, el único que te ha hecho sentir que vales muchísimo, el que no solo busca tu cuerpo, sino que busca poder sacar eso que tanto tiempo llevas ocultando.
El amor.
Te seguiré diciendo que te quiero, que te seguiré queriendo, que te seguiré insistiendo salir conmigo a todos lados, que te seguiré abrazando, que te seguiré besando por cualquier lado, que te seguiré tocando, que te seguiré molestando y sobre todo te seguiré mirando.
Por que yo soy así, por que yo si sé querer.
Por que aún no me conoces bien.

~Carta anónima por alguien inexistente~

martes, 14 de noviembre de 2017

Curioso

Te daré un consejo.
No te enamores de una persona que sea curiosa.
Pues esta querrá saber quién eres, de dónde vienes, como eres, como es tu familia...
Mirará todas tus fotografías y leerá todos tus poemas.
Vendrá a cenar y hablar con tu madre acerca de cómo su ansia por la curiosidad le ha enseñado cosas muy útiles.
Te pedirá que explotes cuando te enojes y que llores cuando estés herido.
Te preguntará por el significado de esa ceja levantada.
Querrá saber tu comida favorita, tu color favorita, tu cantante favorito...
Te preguntará por qué.
Te irá a comprar esa cámara que te gustó, prestará atención esa banda que amas cada vez que la escuche en cualquier sitio.
Te llevará ese suéter que una vez sonreíste.
Aprenderá a cocinar todas tus comidas favoritas solo por verte esa sonrisa boba.

Pues los curiosos no se conforman con el exterior ya que lo que realmente desean es el interior, ellos quieren lo que te hace pesado, lo que te hace sentir incómodo, lo que te hace gritar de alegría, ira y de angustia.
Su piel se convertirá en páginas en las que aprenderás a derramar tu ser. No te enamores de una persona curiosa. No dejará un suspiro sin explicación. Querrá saber qué hizo exactamente, que hizo para que la amaras.
Año, mes, semanas, días "¿A qué hora fue? ¿Que dije? ¿Que hice? ¿Cómo te sentiste?
No te enamores de una persona curiosa porque he estado allí.
Desabrochará tu camisa y leerá todas y cada una de tus cicatrices, cada marca, cada curva.
Explorará cada una de tus extremidades, cada uno de tus órganos, cada pensamiento y cada ser.
Después caminará de regreso a casa, comerá su cena y nunca devolverá tus llamadas.
Tu nunca serás la expedición para toda la vida.
Tu corazón será un misterio pero por poco tiempo.
Pues no hay mayor dolor que amar a un curioso que persigue cada estrella caída y nunca la atrapa.
Que viene y ve, conquista y se va.
Yo me enamoré de una persona curiosa, quizás un día toma el tren de regreso a casa y sea lo suficientemente curioso como para leer un último mensaje de mi parte tallado en su asiento.

"Hay una curiosidad en ti que te hará mover montañas algún día sin ningún esfuerzo como me has movido por años".

lunes, 30 de octubre de 2017

Indestructiblemente tú

Si necesitas llorar, llora.
No retengas todo ese océano dentro.
Respira profundo y encuentra en el fondo las razones por las que intentar seguir salir de Roma .
No todos merecen ser recuerdos, algunos merecen ser algo más que fantasmas que el tiempo barre a su ritmo y se los lleva al rincón empolvado del universo.
Quiero dedicar estas palabras a aquellos seres que no encuentran su lugar en el mundo, que ni siquiera un abrazo logra sacudirles la nieve, el frío y la soledad que llevan en el borde de su vida.
Quiero decirte que en el momento en que te paras frente a la ventana a mirar la lejanía, alguien al otro lado del mundo, también piensa que eres hermoso.
Hermoso a tu medida, complexión y sonrisa.

No eres del todo oscuridad,como la luna no es todo el tiempo luz.
A veces se oculta, no queda rastro de dónde estuvo las noches anteriores, ¿dónde está? ¿en quién piensa cuando el cielo la echa de menos?
Incluso en los malos días, sale el sol.
Así que no te detenga, sigue el ritmo de las cosas que carecen de sentido, construye un hogar en el hoyuelo de la sonrisa que te compone los días.

Sé velocidad, peligro y salvación, pero no te mueras jamás mientras la canción siga de fondo.

Me pregunto cuántas veces tuve que huir de un funeral, cuántas veces me venció el dolor cuando estaba en una lucha inmortal conmigo mismo, cuántas veces el atardecer me sonrió a distancia mientras yo no dejaba de contemplar en el desastre en que fui feliz, cuántas veces tuve que tirar la misma piedra para que tropezara una misma persona en mi camino y que, a raíz de ello, surgieron destellos de luz; cuántas veces tuve que soltar una mano para quererme, porque, de lo contrario, aferrarme hubiese sido ser consciente de las apuñaladas.

Hoy veo en retrospectiva y me doy cuenta de que muchas personas nunca estuvieron, que se limitaron a seguir mi baile, pero jamás bailaron conmigo, solo me miraron desde la banca de corazones rotos.
Pobres de aquellos, me digo a mí misma, pues permanecieron para no hacerme daño y terminaron sangrando a través de mis heridas.

Agradecer a todos aquellos que vieron incendiarme mientras otros dormía, a aquellos que me vieron sangrar mientras otros dormían, a aquellos que abrazaron cada parte descompuesta para encontrarle un sentido, una forma y un motivo para sonreír mientras otros dormían.

Si necesitas reír, ríe.
Que importa si te hicieron daño en el pasado, ahora aquel es un lugar muerto del que no puede florecer  ninguna cosa.
Ríe como un loco, como un demente que que ha encontrado el secreto para ser feliz,, como un irreversible maniaco que busca con urgencia viajar por el mundo y descubrir nuevas experiencias.

Sal, corre desnudo a media noche, desviste los remordimientos y odios, pero no te pongas triste por personas que sabes que no puedes cambiar .

Es tu libro, tu historia, tus personajes, tus puntos, tus comas, tus páginas.
Eres tú quién escribe.
Y yo sinceramente te recomiendo que escribas una historia que nunca nadie pueda pasar a la pantalla grande porque es demasiado.

Demasiado real e indestructiblemente tú.

miércoles, 18 de octubre de 2017

Hablemos

Hablemos de la vez que pusiste estrellas al cielo y el mar supo rimar la profundidad de sus aguas con los años luz de su universo.
De cuando sonreías y me olvidaba hasta de mi nombre.
De cuando querías comerte el mundo teniendo las ganas tiradas por el mismísimo suelo.
De la poesía de tus miradas puestos en un amanecer, que digo, de 400 amaneceres.
De los kilómetros de miedo que hay entre dos que se aman y no se dicen a la cara cuanto se echan de menos.
De cuando el mundo vio por primera vez la felicidad personificada, o cuando escuchó por primera vez una risa, o cuando dos se tomaron de la mano.
De las veces que te has caído y te has quedado tumbado, en silencio, mirando el cielo, soñando algún día tocarlo, conquistarlo, nadar fuera de sus límites.
De cuando los sueños se hacen realidad.y te sonríen desde el otro lado de la calle.
De cuando le dices adiós a alguien a quien juraste no decirle jamás hasta nunca.
De las lágrimas en medio de un beso.
De cuando eres el primero en pedir perdón, aunque tu hayas sido la herida.
De las sonrisas en medio de la tormenta.
De los aciertos cuando teníamos la probabilidad en contra.
De las veces en que miraste el cielo buscando ese rostro que se había marchitado con el tiempo.
De los "quédate" que te hacen estremecer el alma y te hacen tantas fracturas como curas en los huesos.
De las llamadas de madrugada que sirven para desahogarte y reflexionar sobre lo que quieres en tu vida y lo que sobra en ella.
De los suicidio sentimentales, de los suicidas que sólo buscaron un abrazo y al no encontrar uno, donde se sintieran como en su propia casa, saltaron sin pensarlo dos veces.
De los raya divisoria que hay entre hacerlo y quedarte donde mismo estás.
De las oportunidades que pierdes y que después, con los años, te das cuenta de que le error hubiese sido cogerlas.
De los días grises en los que alguien te hace reír hasta la médula.
De los trenes que pierdes por quedarte un poquito más a su lado.
De los finales y de los comienzos.
De los puntos finales y de las nuevas historias.
Hablemos de cada punto, de cada coma y de cada espacio de nuestra historia.


viernes, 13 de octubre de 2017

x

Qué bonito es amarse, sin excusas ni pretextos.
Abrazando la calamidad del otro, aferrándose a su mal tiempo.
Soportando la tormenta a su lado, bailando desde la mala hierba que crece en su caja torácica.
Viviendo una vida sin principios ni moral, prejuicios ni ataduras que rompan lo que les unió desde el principio.
Quedarse hasta la madrugada entre conversaciones profundas y de las que tocaron fondo.
Hay ciertas cosas y ciertas personas que pasan cada " x tiempo" como se suele decir.
Puedes pasarte la vida esperándolas por mucho y, de repente, aparecen de la noche a la mañana para salvarte de una vida de soledades descompuestas.
Atarse de corazón y de tiempo completo.
Decirse con la mirada lo que aún el lector no ha leído en su libro favorito, lo que aún la poesía no ha hecho con las musas.

Encarcelarse con la mirada.

A veces pasa que, cuando no estás buscando las cosas, no es que no lleguen, sino que esperan por ti en algún rincón de esta soledad infinita de miradas perdidas y voces rotas.
Quiérete y después, quiérele.
Sonreír de madrugada por encontrar sus mensajes... y créeme no es lo que escribe sino quien lo manda quien te compone la vida.
Se quiere de un día para otro, a veces es una mirada quien lo delata; otras veces la sonrisa, el temblar de las piernas, la voz nerviosa cuando se acerca demasiado.

Se quiere de un día para otro pero os aseguro que no se olvida tan fácilmente.
No se te olvidan sus manías cerrando los ojos y fingiendo que nunca lo conociste.
En un parpadeo no puedes olvidar como te hizo sentir, de las veces que te hizo sentir la cima de su mundo.
El amor es una libertad preciosa, son mariposas revoloteando, una montaña en la que haces alpinismo y alguien te sostiene en la caída.
Pero también es una cárcel de miradas, de sonrisas, de sentimientos, es una celda en la que escribes sobre alguien que pasa cada milenio.

viernes, 6 de octubre de 2017

Un desconocido

Extraños.
Eso somos.
Un mundo tan grande.
Un infinito tan pequeño.
Personas que son un mundo.
Otras que lo encuentran cuando alguien los toma de la mano.
Cuando las besan.
Cuando les hace temblar hasta lo que tenía seguro que no bailaba.
Los vemos pasar a diario, a cada segundo, a cada palpitar.
Nos enamoramos de algunos, odiamos en cambio a otros simplemente a primera vista.
Nos entristecemos al saber que jamás los volveremos a ver.
Nos hacen suspirar.
Extraños, como lo desconocido, pero con la posibilidad de ser conocidos.
De aferrarse.
De soltarlos y dejarlos ir.
De darles una oportunidad de abrirles el pecho y quedarse expuestos a la vulnerabilidad.
Un par de miradas bastan para saber a quién vas a echar de menos en el momento que mires a otro lado.
Ves pasar al posible amor de tu vida al lado del amor de su vida.
Y lo peor es que no has cruzado palabra ni tropiezo, canción ni verso.
Sólo un par de domingos en los que, sentados en el parque, levantas la mirada y le ves feliz.
Otras veces triste.
Desconocidos o descosidos, porque no sabes si están realmente luchando ahora mismo contra la guerra de su vida.
Desconocidos que te traen tanta en paz de tanta guerra, que te traen el desierto ante semejante tormenta a la que te enfrentas, que te llena los ojos de ilusión y la boca de silencios.
Unos te traen; otros te llevan.
Se desvanecen en un pestañeo, en un respiro, en una distracción.
Que lazo más fuerte el que se crea entre los dos extremos de un río cuando deciden crear un puente.
No le abras la puerta a un desconocido.
Perdón, ya la he abierto un millón de veces y no me arrepiento de haberlo hecho, independientemente de los portazos de después.

sábado, 30 de septiembre de 2017

Recuerdos evocados

Te quise, y hablo en pasado, tus besos eran balas, y yo una suicida en busca de lo tóxico, de lo dañino.
A las cadenas que me ataban a ti, les cosí alas para que se llevaran todo el peso que me dejaste, aunque este maldito hueco no pueda llenarlo ni siquiera sustituirlo.
Hay vacíos que nunca se llenarán, así como también hay amores destructivos que los recuerdas y, de pronto, tu mundo se vuelve añicos en un simple instante.
Ojalá fuera tuyo mi recuerdo, y mío tu olvido.
Que me recordaras hasta querer quemarme y que te olvidara hasta que te doliera mi ausencia. Que recordaras las veces en las que te seguí queriendo cuando en mis manos llevo las balas que detuve cuando fuiste revólver.
Me arrastraste a ti, teniendo sonrisa como huracán, dejé que las cosas siguieran su curso: en este caso, predecible. El huracán siempre, pero siempre. hace muchísimo daño.
Me hiciste tiritar de frío, mientras yo te hacía temblar ante mi carta de despedida, en la que te escribía lo profundo que me habías calado, y que a pesar de ello, te seguí pensando semanas después.
Ojalá no me duela más tu recuerdo, para así ser libre, soltarte la mano, soltarme del fantasma que quedó arraigado en mi piel.
Todo termina mal, uno en lágrimas y quien se va, el único que puede detenerlas.

martes, 30 de mayo de 2017

Aprenderás

Después de algún tiempo aprenderás la diferencia entre dar la mano y socorrer a un alma, y aprenderás que amar no significa apoyarse, y que compañía no siempre significa seguridad.
Comenzarás a aprender que los besos no son contratos, ni regalos, ni promesas...
Comenzarás a aceptar tus derrotas con la cabeza bien erguida y la mirada al frente, con la gracia de un niño y no con la tristeza de un adulto y aprenderás a construir hoy todos tus caminos, porque el terreno de mañana es incierto para los proyectos y el futuro tiene la costumbre de caer en el vacío.
Después de un tiempo aprenderás que el sol quema si te expones demasiado...
Aceptarás incluso que las personas buenas podrían herirte alguna vez y que necesitas perdonarlas por muy duro que te parezca...
Aprenderás que hablar cura los dolores del alma...
Descubrirás que lleva años construir confianza y apenas unos segundos destruirla y que tú también podrás hacer cosas de las que te arrepentirás el resto de tu vida.
Aprenderás que las nuevas amistades continúan creciendo a pesar de las distancias, y que no importa que es lo que tienes, sino a quién tienes en la vida y que los buenos amigos son la familia que nos permitimos elegir.
Aprenderás que no tenemos que cambiar de amigos, si estamos dispuestos a aceptar que los amigos cambian.
Descubrirás que muchas veces tomas a la ligera a la persona que más te importa y por eso siempre debemos decirles a esas personas cuanto las amamos, porque nunca estaremos seguros de cuándo será la última vez que las veamos.
Aprenderás que las circunstancias y el ambiente que nos rodea tiene influencia sobre nosotros, pero nosotros somos los únicos responsables de lo que hacemos.
Comenzarás a comprender que no debemos compararnos con los demás, salvo cuando queramos imitarlos para mejorar.
Descubrirás que lleva tiempo para llegar a ser la persona que deseas ser, y que el tiempo es corto.
Aprenderás que no importa a donde llegaste, sino a donde te diriges y si no lo sabes, cualquier lugar es bueno...
Aprenderás a que si no controlas tus actos, ellos te controlarán a ti y que ser flexible no significa ser débil o no tener personalidad, porque no importa cuan delicada y frágil sea una situación: siempre existen dos lados.
Aprenderás que héroes son las personas que hicieron todo lo que era necesario, enfrentando las consecuencias.
Aprenderás que el amor se hace de a dos. Aprenderás que la paciencia requiere mucha práctica.
Aprenderás que sin confianza nada se construye...
Descubrirás que algunas veces, la persona que esperas que te patee cuando te caes, tal vez sea una de las pocas que te ayuda a levantarte.
Madurar tiene más que ver con lo que has aprendido de las experiencias, que con los años vividos,
Aprenderás que hay mucho más de tus padres en ti de lo que supones...
Aprenderás a que cuando sientes rabia, tienes derecho a tenerla, pero eso no te da el derecho a ser cruel.
Descubrirás que solo porque alguien no te ama de la forma que quieres, no significa que no te ame con todo lo que puede, porque hay personas que nos aman, pero que no saben como demostrarlo.
No siempre es suficiente ser personado por alguien. algunas veces tendrás que perdonarte a ti mismo.
Aprenderás que con la misma severidad con que juzgas, también serás juzgado y en algún momento condenado.
Aprenderás que no importa en cuantos pedazos tu corazón se partió, el mundo no se detiene para que lo arregles.
Aprenderás que la distancia es el olvido y que la vida se rehace con amor.
Aprenderás que quien no te ama no te contestará o te dejará plantado.
Aprenderás que el tiempo no es algo que pueda volver hacia atrás, por lo tanto, debes cultivar tu propio jardín y decorar tu alma, en vez de esperar a que te traigan flores.
Entonces y solo entonces sabrás realmente lo que puedes soportar; que eres fuerte y que podrás ir mucho más lejos de lo que pensabas cuando creías que no se podía más.
Aprenderás que la persona correcta para ti es quien te haga reír de tus defectos, quien te acompañe en tus errores, quien te sostenga en tus tristezas y quien te soporte en tus rarezas.
Aprenderás que quien no te ama... quizás te recuerde pero no te buscará para tenerte a su lado.
Aprenderás que todos cometemos errores pero que el tiempo nos demuestra si quienes cometieron esos errores nos hirieron de manera intencional o no.
Aprenderás a aceptar que a veces la persona que amas, simplemente ya no te elige más y que ya no están en tu mismo camino, lugar y tiempo.
Descubrirás que cuando quieres algo, llega. Que se puede volver a creer en el amor, Que a quien más amas, puedes perder lo. Que hay personas que mejor deben desaparecer.
Aprenderás que la vida es una sola y que no podemos pasarla intentando autoconvencernos, acostumbrándonos o simulando cosas que no sentimos.

martes, 16 de mayo de 2017

¿Que te diría?

¿Que podría decirte?
Creo que después de todo lo sucedido sería mejor callarme, pero me cansé de eso y es hora de plantar le cara a esa mirada que tanto miedo me da.
Te diría una infinidad de palabras que se me escapan de mi boca, por todo el daño que me hiciste y aún me sigues haciendo, pero he aprendido a ponerme una máscara, salir y enseñar que puedo ser feliz sin ti.
Aunque realmente te extraño más que a mi propio ser y sé que el error fue mío también, perdóname.
Perdón por jamás haber sido la novia perfecta, por mis miles de fallos, por no haber cambiado tantas cosas...
Pero nene soy así y si te gustaba realmente no me hubieses intentado cambiar, hubieses estado a mi lado por más duro que fuera la situación y sobre todo no tendrías que buscar en otras lo que ya tenías delante.
Te dediqué mi tiempo sabiendo que no podría recuperar lo, me gasté las fuerzas intentando que tú fueras feliz, dejé mi preciado orgullo de lado para perdonarte cosas que con otras personas y en otras situaciones nunca hubiera perdonado y aún así te dí mi corazón aún sabiendo que me lo devolverías destrozado.
Siendo sincera me dejaría la vida misma en volver a nuestro primer beso en la playa, aquel que me pilló desprevenida, asustada porque no conocía la palabra "amor".
Y ese fue el mayor de mis problemas, porque fue contigo con quien aprendí todo eso, pero cuando te marchaste no sabía cómo seguir, perdí todas las tardes de enseñanzas.
No pienso que fue el mayor error de mi vida o quizás que no lo volverías a cometer, al contrario sería encantador que después de todo lo intentáramos una vez más y mejoráramos todo aquello en lo que fallamos.
Mil razones recibí para volver a enamorarme, pero eres esa persona que dejó su mano marcada en lo más profundo de mi pecho.
Me pregunto si me sigues extrañando, si sigues mirando mi perfil e incluso si antes de dormir sigues pensando en mí, pero estoy segura de que alguna vez lo has hecho porque lo que quedó entre tu y yo lo tenemos guardado en el corazón, en un rincón donde otra persona podrá ocupar nuestro lugar, pero no nos quitarán los momentos que tu y yo solíamos pasar.
Si te tuviera ahora mismo delante de mí no te miraría, porque tendría los ojos como mares, el corazón a latigazos y la mente nublada de recuerdos.
A pesar de eso mis labios no harán de buscarte e intento de encontrar la forma de olvidarte al igual que tú estarás haciendo o que ya has hecho seguramente.
Solo añadir para finalizar que lo mejor para ambos era andar separados un tiempo, conocer nuevas personas supongo.
Tú y yo sabemos que nuestros caminos se volverán a juntar y si no es así espero que no te arrepientas de tus acciones.
Atte: Un corazón roto.

domingo, 9 de abril de 2017

Te devuelvo

Toma, aquí está, es todo tuyo.
Te devuelvo todas y cada una de las sonrisas, abrazos y caricias que nos dimos; los besos son lo único que no te pienso devolver, esos son míos para cuando llegue a extrañar tu sabor.
Te devuelvo esos poemas, esas canciones y esas cartas, que según tú, estaban escritas con todo tu "corazón", pero tranquilo, de eso no me quedo nada, no te preocupes por nada, me lo sé todo de memoria.
Te devuelvo tu bufanda, tus calcetines, tus pulseras y hasta el anillo; pero la chaqueta me la quedo yo, para cuando llegue a extrañar lo cálido de tus abrazos y ese olor inconfundible.
Te devuelvo cada una de las flores, los mensajes y mis queridas galletas de chocolate ( o chocolate en sí); eso no me servirá más.
Te devuelvo tu frío corazón, ya curado obviamente; pero me quedo con las mariposas por si algún día alguien más llega.
Solamente te suplico que me devuelvas el corazón tal y como te fue dado porque puede que sirva para alguien que lo trate mejor.

lunes, 13 de marzo de 2017

La muerte

Todos sabemos que tarde o temprano vamos a morir, que sí, que llegará el día de nuestra partida, pero antes nos llevaremos todos esos recuerdos vividos; ya sea las risas, las personas que hicieron que todo fuera posible, los inviernos, las sonrisas tímidas, el amor imposible, esos abrazos que nos hicieron estremecer, los viajes a nunca jamás, las miradas que nos mataban de refilón, las manos que nos llevaron a conocer todo este mundo sin ni siquiera movernos del mismo sitio.

Hoy vengo a decirte a ti, sí a ti, persona la cual está leyendo este mensaje insignificante, que lo más posible es que mañana ni te acuerdes de mi o ni siquiera estarás, pero hoy tienes pulmones los cuales te permiten respirar, unas preciosas piernas que te dirigen a ese futuro incierto, una voz, madre mía que voz... la cual marca territorio aunque estés perdida, unas manos que pueden escribir la querida libertad.        

Hay gente que es el túnel, y otras son la luz al fina de ese túnel, siempre, pero siempre hay que disfrutar y prestar atención a cada paso que damos, porque volver atrás, correr hacia lo irreversible, es una utopía.
La peor de todas.

La vida, a veces, es un pequeño momento, qué digo, es hasta un pequeño instante, un sentir, un lamentar, un ligero escalofrío; porque no se mide por tiempo, sino por intensidad.
Cuánto te hace sentir lo que sientes hoy.

Las cicatrices siempre aunque no quieras estarán, por ello despreocúpate por lo que no tiene remedio y preocúpate por lo que todavía tiene solución.
No todo en la vida es llorar, lamentarse y sentirse miserable, también es compartir lo que tienes miedo de escasear, enseñar a otros a levantarse, darle un mano a quien sólo ve puñales, un abrazo alentador al enfermo, un aquí estoy porque al día de mañana no sé dónde estaré, y te quiero porque no tengo forma de ser.

Que sí, el mundo es feo, infernal, pero es donde nos tocó enfrentarlo queramos o no en muchas ocasiones, así que por muy duro que sea, enfréntate y lucha aquí y ahora.
Ponte las armaduras y quítate las corazas, vamos a luchar, pero lucharemos sintiendo fuera de los límites establecidos.
Rebalsaremos el vaso medio lleno, medio vacío; vaciaremos el mar en el desierto, pondremos las estrellas en su lugar: dentro, para que no seamos solamente oscuridad.
Seremos huracanes para todos aquellos que pretenden ser dolor sentimental.

martes, 7 de marzo de 2017

Hachís

Hachís

Conozco drogas con mucha menos capacidad de adicción de tus abrazos de tres simples letras, ven.
Ven, que tengo el corazón y la cama sin hacer.
Que a veces la vida me cuesta trabajo y no me pagan por ella; que quiero poder decirte prosas, abriendo las piernas más que la boca.

Vísteme despacio, que tengo prisa por volver a desnudarte.
Sálvame la vida, pero déjame morirme de amor si apareces sin paraguas, cerca.
Córrete un poco hacia la izquierda y hazme un pequeño hueco, que yo ya me he corrido hacia tus manos sin ni siquiera permiso, sin educación.

Déjame cubrirte las espaldas con mi querido ombligo, déjame partirle la cara B a la vida, déjame consolarte, consolarme, consolarnos, simplemente déjame consolidarte en arte.

                                         

Déjame no ser si no hago, déjame hacer aunque no sea, déjame ser suelo si por casualidad te caes y cielo si logras tocarlo, y claramente las nubes si te llueve, tabla si te ahogas y obviamente humo si ya no ríes. Déjame hacerlo mal para sentirme bien, déjame que sienta y siéntate que tengo algo que contarte.

     Déjame, pero sobre todo, no me dejes.

lunes, 27 de febrero de 2017

Momentos

Lo que da sentido a esta corta vida son los momentos.
Hay quien les da mucha o demasiada importancia y quien los deja pasar como si nada sucediera, lo confieso yo soy de las que les da demasiada importancia.
Momentos que para el mundo igual son una mierda pero para ti significan hasta el mismo mundo.
Tú sí que los entiendes.

Esos días que amanecen despejados y notas ese espléndido sol entrando tímidamente por la ventana. El primer "te quiero", que hace que te mueras de la verguenza y deseas enterrarte viva en el mismísimo suelo. La primera vez que te dejan, que te quedas  mirando a un punto fijo con ganas de no dejar de llorar y con el pensamiento de que nunca más lo podrás superar y que todo se ha acabado para ti.
Cuando tus pies sin querer se mojan en la playa, la risa de un niño feliz, cómo cerramos los ojos cuando algo está a punto de caer, cuando se muere un familiar tan cercano que darías tu vida por poder revivir viejos recuerdos o tener un poco más de tiempo para poder aprovechar esos pequeños instantes, el discutir con un amigo y que ninguno de los dos de el brazo a torcer, hasta que se dan cuenta de que el uno sin el otro es imposible de seguir adelante, cómo tiembla todo tu cuerpo después de ese orgasmo tan intenso que ni te puedes mover.
Esa cicatriz de tu cuerpo que solamente tú conoces y nadie más, despertar de ese sueño del que jamás hubieras despertado por poder continuarlo, ver que ese desconocido, en algún momento de tu vida, fue tu mayor conocido. Y sobre todo, que saber que dos personas que se recuerdan cuando ni hablan, son capaces de todo, hasta de la palabra "imposible", la cual no lo es.

Esto son simples momentos.
Momentos que te marcan.

sábado, 25 de febrero de 2017

Amar a través del odio

Es muy curioso como el amor puede surgir en los momentos más inesperados y sobre todo hacia quién menos imaginaste amar.
Me gusta pensar que el destino es caprichoso, porque nos pone pruebas que muchas veces parecen imposibles.
La primera vez que te vi, tenía toda la seguridad del mundo de que no llegarías a provocarme más que indiferencia y desagrado.
No sabría decir el por qué de manera exacta.


Quizás porque después de todo somos demasiado diferentes y las personas, en concreto las personas como yo, tendemos a rechazar a todo aquello que desconocemos y sabemos desde nuestro interior que pueden llegar a hacernos daño, todo eso, dicho por nuestra madre conciencia.

Sin embargo, aquí estoy, muy lejos de lo que sentía desde un principio y más cerca de sensaciones que aunque me quiera esforzar por negar, son provocadas solamente por ti.
No sé como pudo ocurrirme a mí, esa persona que prefiere cerrarse en banda de personas nuevas, ni siquiera sé cuando comenzó.
Cuando me dí cuenta, yo ya no podía escapar de todo lo que sentí.
Más bien, ya no puedo hacerlo.

Solo espero que todos estos sentimientos, no desaparezcan por toda mi cabezonería.

miércoles, 8 de febrero de 2017

El reflejo del espejo

Es simplemente impresionante cómo con una sonrisa puedes engañar a todos los demás, incluso a una triste hormiga.
Puedes estar desmoronándote por dentro, pero con una pequeña sonrisa, nadie, ni el mismo universo se da cuenta de lo rota que estás por dentro.

Llega un punto en el cual te ves en el espejo y no reconoces el reflejo; es decir, obviamente sabes que eres tú, pero ya no reconoces en la persona que te has convertido.

¿Dónde quedó esa niña que sonreía a pesar de todo?
¿Dónde quedó esa dulzura y comprensión que la caracterizaba?

Esa niña cambió. Esa niña creció. Esa niña ya no está.

Esa niña se convirtió ahora en una "jovencita".
Recorres la imagen reflejada con la mirada, notas como su cara ha perdido el toque dulce de niña pequeña y a cambiado a uno más fino digno de una "mujer"; notas también como esos labios finos ya están más definidos, como los ojos se ven más pagados, pero aún existe algo de alegría en ellos; la forma de su cuerpo, ya no es plana, notas las curvas de esa cintura.

Entonces devuelves la mirada a los ojos reflejados en ese espejo y entonces todo toma otra perspectiva.
Conforme vas creciendo vas cambiando, pero estás tan acostumbrada a ti que no lo notas . Ya nada es tan sencillo como lo era cuando eras una "renacuaja". Tendrás que luchar, tanto internos con tus pequeños demonios como batallas externas con las demás personas de este mundo.
Pero no es el fin.
Eres una guerrera, has llegado hasta aquí con todo tu esfuerzo y sigues viva ¿no?

Tu sonrisa se convierte en tu escudo, tu carácter en tu armadura y tu espada son tus palabras.
Por fin reconoces al reflejo del espejo.
El reflejo que nunca estuvo perdido, simplemente cambió.

Todas las batallas tienen sus bajas, aquellos momentos en que te sientes perdida y sola, pero siemore has sabido seguir adelante sin tener que depender de nadie.

Es importante saber reconocerte en el espejo, es importante que cambias, que cambiamos a mejor.
Simplemente es importante saber quién eres.