domingo, 3 de febrero de 2019

Point on the wall

Eres un punto en la pared,
eres la sombra de un árbol,
la sequía de besos que
hace tiempo embarga mi boca.

Eres el matiz floreciendo en esta mañana triste,
el precio más alto de sobrevivir a la nostalgia,
el fuego que no consigue acallar esta lluvia,
la lluvia que termina ahogando a mi alma.
Podría pedirte que vuelvas, sin embargo,
me caen mejor tus fantasmas que tus manos,
podría decir que te extraño, pero prefiero
reconciliarme con el dolor de tu recuerdo.
Fracasar es amarte y decir que te he olvidado;
amar es odiarme sin mentir porque te quiero.

Te quiero de tantas formas que ya el vocabulario
se me ha quedado corto para describir este deseo.
Te quiero para arrancarle un poema a tu boca,
tanto como para arrancarle un gemido a tu garganta;
te quiero para abrazarte en un atardecer de invierno,
tanto como para desnudarte en una noche de verano;
te quiero fuerte, débil, con luz y sombra y escala de grises;
te quiero encima, te quiero debajo;
a la altura de mi boca, pero también de rodillas.

Así este ansia de quererte, de echarte de menos,
de no admitir que mis promesas fueron aire
y que el aire se fue contigo.
Será por eso que siento que me ahogo
cada vez que pronuncio tu nombre sin permiso.
Te has convertido en un recuerdo gélido,
que tapiza esta residencia de varios pisos de tristeza,
cada uno con una fotografía tuya,
donde además de sonreír feliz,
donde además de feliz lo eras conmigo.

Por eso escribo vertientes de sangre y palabras,
ya sin saber si odiarte por echarte de menos
o echarte de menos por lograr que te quiera.
Sólo sé que faltas y esa ausencia se prolonga
desde las noches más profundas hasta el día más espléndido;
faltas y las canciones se suicidan.

Tenías que saberlo.

Nunca nadie ha sabido abarcar tantos rincones,
desde un punto en la pared hasta la totalidad de mi vida,
pasando por la sombra de un árbol,
esta sequía de besos desesperados
por recordar el sabor de tu lengua.

Es invierno, creo que se nota.
Nunca soy feliz en los inviernos,
quizá por eso me gustan tanto.