Intenté seguir, pero no estaba preparada para hacerlo sola, estaba asustada de dar un paso y caer tan fuerte, una vez más.
Mis manos heladas extrañaban el calor de las tuyas; tú me guiabas, me llevabas de la mano, y por más difícil que fuera el camino, nunca me soltabas.
Me enamoré, pero tú solo me destruiste; simplemente me soltaste.
Juntos nos elevamos tan alto, y el golpe contra el duro y frío suelo me dejó en mil pedazos, caí demasiado fuerte en el amor.
¿Cómo reparo los pedazos rotos?, ¿cómo hago para que no duelas tanto?, dime ¿de qué manera puedo volver a confiar?, ¿qué hago para no sentir celos?
Si tan solo hubieras tomado mi mano con más fuerza, si tan solo hubiéramos luchado más por el amor que nos teníamos, tal vez, hubiéramos resistido; no tienes ni la más mínima idea de todo lo que daría solo por volver a tocar tus manos, una vez más.