domingo, 20 de septiembre de 2020

Triste nota de suicidio

Pequeña luna, tan resplandeciente en este pequeño viernes trece, hay tantas cosas que tengo que decirte, una de ellas es mi muerte, he decidido hacerlo hoy, sin dañar a quien no se lo merece, la depresión me consume, sé muy bien que lo comprendes.

Estoy ahora como tú, encerrada en mi triste cuarto, mis ojos sepultado de dolor, no logran controlar el llanto, que tarde o temprano desaparecerá, al unirse con la roja sangre de mis cortes. 

Mis nudillos ya no aguantan, están cansados de tanto golpear la pared y no solucionar nada.

Quisiera gritar, y que la respiración se me entrecorte, morir de depresión le llaman, aquellos que se asesinan a cortes. Sin embargo, no requiero acabar tan mal, en la vida no sonreí, mi mayor don fue llorar. El caos en mi cabeza empezó a nublarse de pensamientos suicidas, si lo cortes no hicieron nada. 

¿Por qué no terminar a balazos a la poeta rota de la sonrisa fingida?

Pequeña luna, ahora lo he recordado, aquella cita que me rompió el alma, a mis pensamientos ha llegado: "no era poesía, simplemente retrataba, no inventaba versos, eran peligrosas armas, capaces de destruir consigo su triste sensibilidad humana."

Mi cuaderno lleno de poesía, sin polvo se ha quedado. ¿ Cuántos recuerdos y heridas traerá ahora que le escriba entre esas inestables hojas que la depresión ha ganado? Nadie podría haber sido tan bueno como lo fuiste tú, desde el primer día hasta ahora, me cuidaste, sin importar como fuera a terminar en un futuro.

Moriré contigo, sin importar lo que la gente diga. ¿A quién llamarán huérfana si ya no estaré con vida? ¿De qué te sirve necesitarme por las noches? Si cuando estoy no me notas.

No tiene apuro, no tiene caso, morir es la solución, debido a tanto fracaso. Mi ausencia será el punto de equilibrio, cuando intentes buscarme, y sin respiración te quedes, si me convertiste en tu musa, déjame ir, cual verso entre agonía se muere.

El dolor explota en mi mente, la música ya no me llena, este verso ha quedado solo. Fuiste el brillo que se acercó, intentado ayudarme, te alejaste al darte cuenta, que el desastre no siempre es lo mismo que el arte. Te eternicé en escritos para que puedas recordarme, como aquel triste poeta, que debido a su inestabilidad ha decidido suicidarse. Deja que muera, no vas a extrañarme, bien dijiste aquel día, no le cuentes tus problemas a la gente, disípalos por tu parte. 

No lo había notado, pequeña luna, pero mi poesía estaba rota desde hace micho tiempo atrás. Mis letras me suicidaron en cada verso roto de estas simples hojas...

Lo siento.

Apenas logro trazar nuevos versos, me he desgastado tanto, que mis dedos han quedado obsoletos. Sin embargo... quiero escribir con sangre, ésta última cita: "ya no quedan minutos de poema, la poeta se ha suicidado."

miércoles, 9 de septiembre de 2020

Recovecos de mi alma


Necesito tiempo.

Para mí.

Para lamer mis heridas y sanarme.

Para reencontrarme.

Reconstruirme.

Necesito tiempo para volver a ser yo.

Para aprender a ser fuerte.

Para dejar de romperme por todo.

Y llorar por nada.

Necesito tiempo para coger perspectiva.

Poder ver que en realidad lo malo no es tan malo.

Y tal vez darme cuenta de que lo bueno tampoco es tan bueno.

Para abrazar fuerte y cuidar lo que vale la pena.

Y dejar ir lo que no me permite florecer.

Necesito tiempo para volver a estar bien.

Aprender a sonreír de nuevo.

Poder luchar por lo que quiero.

Y poder seguir adelante sin sentir que dejo mis pedazos rotos por el camino.