sábado, 14 de noviembre de 2020

(sin) vida

 Hacía mucho tiempo que no sentía esta sensación de estar atrapada en un círculo infinito del cual siento que no hay escapatoria.

Me domina la impotencia, y aunque quiera e intente liberarme de ella, el pánico se me adelanta y toma mi cuerpo, soy consciente de lo que pasa, vaya si lo soy, pero no puedo intervenir en esta discusión.

Me quedo ahí, inmóvil, sin emitir movimiento alguno, paralizada por el miedo, sin poder siquiera emitir una sola palabra, un sonido, lo que sea que me haga sentir que todavía estoy presente en esta guerra de sentimientos.

Me encierro en mi mundo, no tengo otra opción, ahí me quedo callada, sintiéndome humillada por otra vez no haber podido hacer nada...

¿Pero qué podía hacer?

Mis guerras también son internas, intento luchar contra mi cuerpo, juro que lo hago, pero en otra batalla fracasada por ganarle a mis miedos caigo en un perfecto sueño que de igual manera luego se convierte en pesadilla.

Y así otro día más de mi dulce vida.