martes, 14 de noviembre de 2017

Curioso

Te daré un consejo.
No te enamores de una persona que sea curiosa.
Pues esta querrá saber quién eres, de dónde vienes, como eres, como es tu familia...
Mirará todas tus fotografías y leerá todos tus poemas.
Vendrá a cenar y hablar con tu madre acerca de cómo su ansia por la curiosidad le ha enseñado cosas muy útiles.
Te pedirá que explotes cuando te enojes y que llores cuando estés herido.
Te preguntará por el significado de esa ceja levantada.
Querrá saber tu comida favorita, tu color favorita, tu cantante favorito...
Te preguntará por qué.
Te irá a comprar esa cámara que te gustó, prestará atención esa banda que amas cada vez que la escuche en cualquier sitio.
Te llevará ese suéter que una vez sonreíste.
Aprenderá a cocinar todas tus comidas favoritas solo por verte esa sonrisa boba.

Pues los curiosos no se conforman con el exterior ya que lo que realmente desean es el interior, ellos quieren lo que te hace pesado, lo que te hace sentir incómodo, lo que te hace gritar de alegría, ira y de angustia.
Su piel se convertirá en páginas en las que aprenderás a derramar tu ser. No te enamores de una persona curiosa. No dejará un suspiro sin explicación. Querrá saber qué hizo exactamente, que hizo para que la amaras.
Año, mes, semanas, días "¿A qué hora fue? ¿Que dije? ¿Que hice? ¿Cómo te sentiste?
No te enamores de una persona curiosa porque he estado allí.
Desabrochará tu camisa y leerá todas y cada una de tus cicatrices, cada marca, cada curva.
Explorará cada una de tus extremidades, cada uno de tus órganos, cada pensamiento y cada ser.
Después caminará de regreso a casa, comerá su cena y nunca devolverá tus llamadas.
Tu nunca serás la expedición para toda la vida.
Tu corazón será un misterio pero por poco tiempo.
Pues no hay mayor dolor que amar a un curioso que persigue cada estrella caída y nunca la atrapa.
Que viene y ve, conquista y se va.
Yo me enamoré de una persona curiosa, quizás un día toma el tren de regreso a casa y sea lo suficientemente curioso como para leer un último mensaje de mi parte tallado en su asiento.

"Hay una curiosidad en ti que te hará mover montañas algún día sin ningún esfuerzo como me has movido por años".

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