viernes, 29 de diciembre de 2017

Imperfecta

Soy tan imperfecta que lloro una película triste, que escucho un canción en inglés, intento cantarla y hago que parezca un idioma desconocido, de esos extinguidos como el Tagish.
Tan torpe que me caigo en el sitio más tonto, una y otra vez... Que se me olvida el paraguas justo el mismo día que empieza a llover, incluso tanto que cuando llevo dinero encima voy y lo pierdo.

Tan inmadura que en esos momentos inoportunos me da el ataque de risa incontrolable.
Tan tonta que me enfado cuando no tengo ni un solo motivo específico, que grito tanto que me quedo sin un hilo de voz, que cuando quiero a alguien por mi puto orgullo soy capaz de dejar que se aleje de mí.

Tan estúpida que si tú me miras fija e intensamente yo te aparto enseguida la mirada, que cuando algo va mal, voy yo y mis poderes y lo empeoro, que sin quererlo me meto en conversaciones que ni me van ni me vienen.
Tan absurda que nunca encuentro las llaves porque las he dejado en el bolso del día anterior, que cuanto más sueño tengo, más me quedo mirando hacia las estrellas para pedirles esos deseos imposibles pensando en ti.

Pero, ¿sabes qué? me encanta ser así, me encanta ser una imperfectamente loca, distraída, con mil y un defectos.

Y todo eso, son solo algunos de mis tantas imperfecciones, y aunque nunca se los admito a nadie, sé de sobra que los tengo, e intento mejorarlos, mientras que otras personas solo los ignoran y niegan los suyos para parecer perfectos, cuando en realidad no lo son.

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