martes, 24 de mayo de 2016

¿Cómo soy?

Soy ese tipo de chica que tiene que tener la última palabra, que si quiere puede ser la mejor persona del mundo y, también la peor.
Soy caprichosa y a veces bastante borde.
Odio madrugar los sábados, bueno todos los días. Odio tener que repetir una y otra vez las cosas, pero con mi memoria de pez necesito que me lo repitan a mí.
Necesito sentirme querida, soy muy cariñosa, me encanta dar besos y que me den a mí uno cada día, a veces soy hasta tonta, porque siempre estoy ahí cuando más lo necesitas aunque después tú no hagas lo mismo.
Soy de las que se pasaría la vida entera llorando cada vez que veo una película de amor, esas historias tan bonitas donde todo es perfecto, pero también soy la más miedica del mundo.
Soy de esas que se ponen a dieta y no duran ni horas.
No me gusta para nada que me hagan daño, y menos sin argumento.
Detesto esperar por alguien por eso procuro levantarme antes para que no me esperen a mí, lo sé, la paciencia no es una de mis virtudes.
Soy de las que podría vivir sin reloj perfectamente, es más, me encantaría vivir sin él. Soy muy rara, tanto, que prefiero que un chico sea valiente y me hable cara a cara y no como ahora, que solo saben hablar por Whatsapp.
Puede que ahora me veas la persona más feliz del mundo y a los cinco minutos tenga ganas de llorar, eso sí, sea cual sea mi estado de ánimo nunca lo sabrás, sé fingir muy bien.
También soy de esas que les cuesta mucho dar el primer paso, de las que le tiemblan las manos por cualquier cosa, pero cuando me propongo algo nadie me lo puede sacar de la cabeza.
Puedo, bueno, tengo millones de defectos, pero nunca me rindo, aunque por dentro no pueda más.
Me encanta escuchar música triste, y pensar que podría estar peor.
Soy la persona más pesimista del mundo, pero solo con mis cosas, es decir, cuando se trata de un problema externo, me encanta ayudar y hacer ver a las personas lo positivo de la situación, pero con mis problemas soy lo contrario.
Odio los viernes y soy fan de los lunes, ¿raro no? Bueno nunca dije que yo fuera normal, me defino como persona diferente.
Me encanta hacer reír a la gente y que me hagan reír a mí.
A veces soy demasiado confiada con desconocidos y muchas veces desconfío de mi gente.
No soporto que mi madre me diga lo que tengo o no que hacer, aunque acabe haciéndolo. No tengo pájaros en la cabeza, tengo el palomar entero. Soy una mentirosa compulsiva, pero me puede la conciencia y acabo confesando, no aguanto más de dos horas enfadada con alguien y puedo llegar a ser la persona más falsa del mundo, si me lo propongo, aunque prefiero decir las cosas a la cara.
Me preocupo demasiado, y me rallo por cualquier cosa, por tan insignificante que sea.









Pero si hay algo que de verdad me gusta, es cuando me miras y sonríes.

jueves, 19 de mayo de 2016

Tal vez

Tal vez ella ya no te escribe tanto, quizás ya no te llame más. Cuando te escribe, lo poco que te escribe, ya no te dice las cosas bonitas que te solía decir antes. Suele tardar en contestarte y hasta es cortante...
Cuando lo único que buscas es discutir con ella, se puede decir que realmente ya no le importa nada. Ella te hace sentir patético, bueno lo que realmente eres.
Otros chicos le publican cosas en su muro y ella responde súper linda y tierna, como solía responderte a ti antes.
Empieza a seguir adelante, a hablar, a salir con sus amigas, a reír a carcajada limpia, a divertirse y coquetear con otros chicos, que harían cualquier cosa por tener a una mujer como esa.
Y ahora estás empezando darte cuenta de lo hermosa que es, de cómo se forman sus hoyuelos al reírse, de cómo se pone roja por cualquier cosa.
Ella es increíble ¿no?





Bueno pues lástima que ya sea demasiado tarde, porque ya la has perdido,por tonto.
Hubo un tiempo en el cual eras su mundo, su todo. La razón de su sonrisa y de su risa nerviosa.
Ella te quería, le importabas, hubiera dado todo por ti, bueno más bien, lo dio todo por ti, pero la alejaste con tus excusas y tus "problemas" sin sentido, con tu indiferencia.
No te diste cuenta de que ella diferente al resto, que era única, y aún así ella no tuvo miedo de alejarse. Ella fue lo suficientemente fuerte como para dejarte ir aunque nunca te olvide.
¿Y ahora de repente la amas? ¿Sabes cuanto dolor le causaste? ¿Tienes idea de toda las noches que no pudo dormir, por estar pensando en ti?
No, no la tienes.
Así que no vengas con tu "te extraño", porque la mujer que lo hubiera dado todo por ti, solo por verte sonreír, la mujer que estaba enamorada de ti, sin importarle nada ni nadie, se está yendo, la perderás para siempre.
No la recuperarás con excusas, con pretextos, con palabras absurdas.
Después de haberla lastimado tanto lo único que puedes hacer es desearle que sea feliz.

miércoles, 11 de mayo de 2016

La noche

Porque si me vas a querer, le dije: quiéreme con tus partes no físicas. Con aquellas con las que se puede romper sin pensar ni querer.
Nuestro amor estaba fuera de lugar, e incluso fuera de este mundo. No sé si era demasiado tarde o demasiado pronto para intentarlo, lo cierto es que su sonrisa era lo único que estaba bien, porque desde entonces siempre que me pasa algo bueno me acuerdo de él, como una comparación, pero cómo decirle que ni siquiera la magia es magia si está al lado de él.
Él era diferente, sobrenatural. A veces indeciso con respecto a las decisiones que le obliga a tomar la vida cuando anda perdido por los callejones de esta enorme ciudad. Muchas veces le vi precipitarse a mitad de un beso y otras tantas le vi arder cuando la noche caía.

- ¿Por qué las noches tienen que ser tan duras? - Me preguntó una vez
- Supongo que es porque algo o alguien has de echar de menos, de necesitar, de querer que esté a tu lado. - Y sus ojos lucían como la noche más triste que jamás volví a ver.

Su vida era un declive constante, su mirada penetraba hasta las almas más nobles con tan solo mirarle a distancia. Pero cuidado, porque sabe destruir como le han destrozado, sabe lo que es sentirse miserable y reemplazable por cualquier pieza de puzle.
Él solamente busca ser para mí lo que la paciencia con lo que uno está buscando, porque una vez me confesó que, si a veces no le sentía tan cerca aún teniéndole al lado, que no me diera por pensar que ya no me amaba. Me dijo que le esperara antes de dejarme los papeles en el suelo.
Y es por eso que aquí sigo, esperándole, envejeciendo, con la leve y suicida esperanza de algún día volver a verlo, aunque la vida nos haya cambiado y aunque nosotros lo permitiéramos.

 

La noche me resulta imposible desde su inevitable partida.

domingo, 1 de mayo de 2016

Mi madre

Ésta carta se la dedico a la persona más especial de mi vida, mis sentimientos serán expresados por estas líneas solo para una hermosa mujer que aunque no me haya traído al mundo, si me ha enseñado lo que es la vida.
Mamá: Quiero que sepas que eres un rayo de luz que alumbra mi vida. Tus brazos, tu sonrisa, tu cariño, tus consejos y todo lo bello que esta vida tiene, tú me lo das; yo sé que todas las madres son iguales pues todas son buenas en esta vida.

En esta etapa llamada adolescencia, me aconsejas aunque muchas de las veces no te haga caso, me cuidas desvelándote por mí, no tienes horario, pues me brindas todo cuando sea.
Es más profundo que un océano, más real que la vida, el amor de madres es el más sincero de los amores. Que estoy segura de que si llegas a ser anciana este amor nunca terminará.
Tus brazos siempre se abren cuando necesito un abrazo, tus ojos tiernos se endurecen cuando me hace falta una lección, tu fuerza me guían y hasta ahora me dan alas para volar.
Eres la única persona del mundo que siempre está de forma incondicional, si te rechazo me perdonas, si me equivoco me acoges, aunque nunca sin decir la frase mundial de las madres: Ya te lo dije. Si estoy triste me haces reír, eres la persona capaz de dar todo sin querer recibir nada a cambio.


Me he dado cuenta de que tus pasos son cansados pero llenos de sabiduría; cómo explicarte todo lo que tú eres para mí, que estas palabras seguramente se queden cortas .
Quiero que sepas que si alguien me pregunta si alguna vez fui feliz y añade a su pregunta ¿cómo? Diría que con cada beso, con cada cosa que me has enseñado. Soy feliz, aún cuando sé que la vida no es eterna y que para mí no estarás toda esa vida.

Eres especial, porque sé que tu mano estará siempre ahí para acogerme. Inigualable, porque en esta etapa de mi vida me enseñas a vivir sin temer al llamado fracaso, a ser feliz después de una tristeza, a levantarme de una caída.
Mamá antes de concluir este presente quiero que sepas que por más humildes sean estás palabras, son para ti. Y te las dedica esta hija tuya tan cabezota, por último quiero que sepas que aunque no te haga mucho caso a veces, siempre te he querido y te querré siempre.
¡Feliz día de la madre!