lunes, 9 de diciembre de 2019

Conexiones

Contigo existió esa clase de conexión única, que no deseas perder y que, cuando la pierdes, solo deseas no volver a tenerla.
Porque perderla es sentir tus huesos quebrarse, tus ilusiones se desvanecen como viento en otoño, es entender que eso no volverá a suceder, y no porque no sea posible que algo así se repita, sino porque no quieres volver a sentir ese terrible y profundo dolor.
Entonces te cierras a todas y cada una de las oportunidades de encontrar algo parecido o incluso similar, piensas que nadie jamás volverá a entenderte como ya lo hicieron en su momento y ahora solo comparas cualquier posible conexión con aquella que perdiste.
Estás tan negada a tener esa conexión tan especial que pones mil pretextos, mil peros, mil excusas, sin embargo, dentro de ti todavía te mentalizas que la única razón es porque quieres volver a sentir lo que perdiste, no otra diferente.
Aún así con el tiempo te das cuenta de que la verdadera razón es que no quieres tenerla porque entiendes que tener ese tipo de conexión con alguien convierte en todo más fácil para que alguien sea capaz de volver a romperte.

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