sábado, 29 de diciembre de 2018

Me soltaste

No debiste soltar mi mano justo cuando más frágil me sentí; me dejaste varada en el camino, mientras que tú te marchaste, ¿por qué me prometiste estar siempre a mi lado, si al final ibas a dejarme?
Intenté seguir, pero no estaba preparada para hacerlo sola, estaba asustada de dar un paso y caer tan fuerte, una vez más.
Mis manos heladas extrañaban el calor de las tuyas; tú me guiabas, me llevabas de la mano, y por más difícil que fuera el camino, nunca me soltabas.
Eras esa luz que me hacía perder el miedo a la oscuridad.
Me enamoré, pero tú solo me destruiste; simplemente me soltaste.
Juntos nos elevamos tan alto, y el golpe contra el duro y frío suelo me dejó en mil pedazos, caí demasiado fuerte en el amor.
¿Cómo reparo los pedazos rotos?, ¿cómo hago para que no duelas tanto?, dime ¿de qué manera puedo volver a confiar?, ¿qué hago para no sentir celos?
Si tan solo hubieras tomado mi mano con más fuerza, si tan solo hubiéramos luchado más por el amor que nos teníamos, tal vez, hubiéramos resistido; no tienes ni la más mínima idea de todo lo que daría solo por volver a tocar tus manos, una vez más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario